La Villa de Rubielos de Mora es conocida por sus edificios monumentales. Al acceder a la población por el portal de San Antonio, que forma parte del recinto amurallado, se llega a la Casa Consistorial, una sólida obra renacentista del siglo XVI con una lonja bajo cuya arquería se instalaba la Lonja de la Lana, en la que se comercializaban todo tipo de paños, mantas, bayetas, cordellates y estameñas. La magnitud de la industria del tejido de la lana era tan importante en el valle de Rubielos que en 1611 se contabilizaban 50 telares, con la mayoría de su población dedicada a esta actividad, especializada en el desempeño de oficios como los de tejedores, pelaires (cardadores), tintoreros y comerciantes.